lunes, 12 de marzo de 2012

El cuervo


A ese que repudio, 
A ese que me revienta, 
Y que en sábanas negras 
Quiero, se trague mi falda.
A ese monstruo odio, 
Pues, como cuervo sabio
Viene en la madrugadam
Cuando desde lejos
Me sueña, lo siento en la cama.
Satanás no se da por vencido 
Conquistándome con sus flujos, 
Con su hielo de marihuana.
Vamos, ya está abajo de mí, 
Y aun así me tiene dominada. 
He jurado escaparme, 
Pero, ¡qué va!,
Volveré a estar mojada. 
Él me acaricia con sus plumas de penumbra,
Yo abuso sensiblemente de él.
Así es, me saca los ojos con cuidado.
Antes de marchar,
Me los pone de nuevo.
Adoloridos estos,
Esperan poder ver que pierdo el tiempo.