Ella, acostadita en el crepúsculo
Empezó a imaginar qué sentiría
Si los besos de otra chica recibiera
En las zonas congénitas e irisadas,
En aquellos lugares herejes,
En los rincones del delito amatorio,
En un espejo ondulatorio
Donde se sabe que puede haber
Otro mundo igual al de la mente
Que, inconsciente
Y malévola
Dibuja dos sexos iguales
Y los besa.
A penas sale de su sexual sueño,
Piensa en vivirlo, para así
Sentirse más perteneciente al viento.
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